lunes, 9 de noviembre de 2015

Mi Ambiente y la Cooperación Internacional validan propuesta de Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos

En Honduras se producen unas cinco mil toneladas diarias de basura; las ciudades de San Pedro Sula, Tegucigalpa, reportan las mayores cantidades. Se estima que ambas municipalidades aportan el 38% de la cantidad de residuos sólidos, equivalente a 1,726 toneladas/día, las municipalidades medianas alrededor de una 20 en total, aportan el 34% de la cantidad total, el resto de municipalidades en su mayoría son pequeñas o micros, aportan el 27%. Los estudios existentes muestran un predominio de los residuos sólidos orgánicos (47.2%).

Los impactos ambientales ocasionados por el manejo inadecuado de los residuos sólidos en el país se extienden desde el nivel doméstico hasta el nivel local y regional. Los estudios realizados en torno a la temática de los botaderos denotan impactos relevantes en suelos, cuerpos de agua superficiales y subterráneos, impactos escénicos y pérdida de plusvalía de las áreas, proliferación de vectores.
Es evidente la falta de una cultura y actitud positiva de la población para el manejo apropiado de la basura, o Residuos Sólidos, que es la expresión más apropiada. Nuestras ciudades, con pocas excepciones, están sucias o parcialmente sucias, la chatarra automotriz está dispersa y en forma visible. En el país todavía no se clasifican los residuos sólidos en el punto de origen para incrementar su reciclaje y generar beneficios sociales y económicos.

Lo que es un gran problema ambiental y de salud, se puede revertir en una solución que mejore las condiciones de vida de las personas involucradas en el manejo de la basura a través de la generación de empleos, obtención de ingresos y de hábitos que mejoren sus medios de vida y de la sociedad en general, mejorando las condiciones sanitarias y reduciendo de forma significativa la contaminación del aire, suelo, aguas y aire. 
Con una buena gestión, la mayoría de residuos se pueden valorizar, promoviendo fuentes de trabajo. Aún aquellos residuos considerados peligrosos se pueden manejar de forma que se reduzca su peligrosidad. En pocos meses, los residuos biodegradables se convierten en abono orgánico y los peligrosos son tratados y dispuestos en forma y lugares seguros.

La propuesta de Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos forma parte de una solución sistemática a la problemática nacional, su formulación surge de un proceso integral y participativo, liderado por la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MI AMBIENTE) a través de la Comisión Interinstitucional para el Manejo Integral de Residuos Sólidos (CIMIRS), y con el apoyo del Proyecto COPs 2, de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Asociación de los Municipios de Honduras (AMHON), con el objetivo de contribuir a la armonización de marco legal y fortalecimiento del sector.

Contar con una ley de gestión integral de residuos sólidos nos permite sentar las bases para resolver el problema, lo cual nos da un horizonte claro hacia dónde enfocar esfuerzos, partiendo por crear y/o mejorar la normativa actual vigente, así como desarrollar en la institucionalidad pública la capacidad de coordinar con todos los actores que tienen competencia en la gestión de residuos.

El desafío más grande que tiene esta ley, es desarrollar esquemas que, al mismo tiempo que resuelve los graves problemas que conllevan la generación y el manejo inadecuado de residuos sólidos, atienda la necesidad que tiene el país de un desarrollo sostenible, incluyente y equitativo, que reduzca los niveles de pobreza, que fomente la creación de fuentes de ingreso y de empleos, que eleve la competitividad de los sectores y que mejore el desempeño ambiental de todos los actores y sectores sociales que generan y manejan residuos sólidos.




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